LA LIBERTAD DE PRENSA EN CINCO REGIONES DEL MUNDO EN 2024
La región del Magreb y Oriente Próximo registra la situación más grave en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024. Le sigue la región Asia-Pacífico, donde el periodismo se asfixia bajo el peso de los regímenes autoritarios. En África, aunque menos del 10% de la región se encuentra en una situación “muy grave”, casi la mitad de los
países están en una situación “difícil”.
Todos los países donde la libertad de prensa goza de buena salud se concentran en Europa, y más concretamente en la Unión Europea (UE), que ha adoptado la primera legislación sobre libertad de los medios de comunicación (EMFA). Irlanda abandona el podio de los tres primeros puestos, Suecia regresa a él y Alemania figura ahora entre los diez primeros de la Clasificación. Sin embargo, la libertad de prensa está siendo puesta a prueba por las mayorías en el poder en Hungría, Malta y Grecia, los tres países a la cola de la UE. Más al este de Europa, las condiciones del periodismo se están degradando frente a una desinformación en pleno auge y a la censura de unos medios acusados falsamente de atentar contra la seguridad nacional o el terrorismo. Es el caso de Rusia (162º), Bielorrusia (167º) y Turkmenistán (175º) o Georgia (103º, -26), donde el partido gobernante cultiva su acercamiento a Moscú. Ucrania (61º) sube 18 puestos gracias a la mejora de su indicador de seguridad (hay menos periodistas asesinados) y de su indicador político.
En la región de las Américas, la imposibilidad de los periodistas de cubrir historias relacionadas con el crimen organizado, la corrupción o el medio ambiente, por miedo a represalias, es un problema de primera magnitud. La proporción de países en situación “bastante buena” (amarillo) cae drásticamente, pasando de cerca del 36%, en 2023, al 21%, en 2024. Una de las mayores potencias económicas del mundo, Estados Unidos, pierde diez puestos. En casi todos los países de América del Sur, la situación de la libertad de prensa es ahora “problemática”. Este deterioro se explica esencialmente por la llegada al poder de depredadores de la libertad de prensa, como Javier Milei en Argentina, y por la incapacidad de los gobiernos para frenar la violencia contra los periodistas. México sigue siendo el país sin guerra más peligroso para los reporteros: 37 periodistas han sido asesinados desde 2019.
El África subsahariana se ha visto gravemente afectada en 2023 por la violencia política durante las grandes citas electorales. Más del 8% de los países africanos se encuentran en la zona roja de la tabla, el doble que el año pasado. Nigeria, Togo y Madagascar se han visto afectados por oleadas de represión contra los periodistas. La región está marcada por el deterioro de la seguridad en varios países del Sahel: Níger, Burkina Faso y Malí.
En la región Asia-Pacífico la segunda peor del mundo para ejercer el periodismo, cinco países figuran entre los diez más peligrosos del planeta para la profesión: Birmania (171º), China (172º), Corea del Norte (177º), Vietnam (174º) y Afganistán (178º). Pero, a diferencia del año pasado, ningún país de la zona se encuentra entre los quince primeros de la Clasificación.
En Oriente Próximo y el Norte de África, casi uno de cada dos países se encuentra en una situación “muy grave”. Emiratos Árabes Unidos se suma a los otros ocho países de la zona señalados en rojo en el mapa: Yemen, Arabia Saudí, Irán, Palestina, Irak, Bahréin, Siria y Egipto. Palestina, el país más mortífero del mundo para los periodistas, ocupado y bajo los bombardeos del ejército israelí, desciende a la parte baja de la Clasificación. Sólo Qatar es la excepción de la zona y no se encuentra en una situación “difícil” o “muy grave”.
En todas las regiones del mundo, las elecciones que están por venir hacen prever fuertes presiones sobre los periodistas. Reporteros sin fronteras.