El DT lo conoce bien, porque él lo descubrió de niño. Dice que Christian Cueva es un muchacho amoroso y que muchos le buscan solo lado negativo.
El retorno de Christian Cueva al fútbol peruano generó diversos comentarios. Orlando Lavalle, descubridor de Aladino, no ve como un retroceso que el mediocentro ofensivo esté de vuelta en nuestro fútbol, también habla del otro lado que pocos conocen del hoy jugador de Alianza Lima.
—¿Le sorprendió el retorno de Cueva al fútbol peruano?
Sí. Conocemos de su talento y esperaba que siguiera su carrera en el exterior, tuvo ofertas de otros clubes de Sudamérica, pero finalmente decidió volver a jugar en el Perú.
¿Esa razón fue por temas familiares?
En parte sí, porque ha estado buen tiempo alejado de su familia y porque también está abocado a algunos proyectos personales.
—Algunos consideran que es un retroceso haber vuelto al fútbol peruano.
No lo veo así, sino que por el problema con Al-Fateh, tuvo que ver la mejor opción. Él es un jugador de selección y seguro en un futuro cercano volverá a jugar en el extranjero. Algunos le buscan el lado negativo a Cueva.
—¿Y por qué cree que se busca el lado negativo de Cueva?
Acá hay muchos opinólogos, no me refiero a los periodistas, sino que por medio de las redes sociales hay muchos que se creen que tienen la autoridad para criticar y juzgar. Otros lo critican por sus amistades, en eso hay algunos que son vendehumo, pero también hay personas buenas, como el muchacho de Mi Barrunto, que ayuda a los más necesitados.
Muchacho cariñoso
—¿Qué sintió al verlo entrar a la cancha con la camiseta de Alianza contra Huancayo?
Me emocioné y me vino a la memoria cuando lo tuve en los menores de San Martín y hoy es un jugador experimentado, un referente del fútbol peruano. Jugar en Huancayo es difícil por la altura y en su caso complicado, porque venía de una larga para.
—¿Cómo cree que le vaya en Alianza?
Calidad tiene y también harto ‘chocolate’. Él no ha venido a Alianza a ver qué pasa, lo tiene claro, se ha propuesto ser campeón para quedar en la historia del club de sus amores.
—¿Cueva le sigue llamando ‘papá’?
Me dice ‘viejo’. Hace poco nos reunimos y estuvimos conversando, estaba algo preocupado por mi presente, ya que estuve dirigiendo San Martín, pero con la llegada de otro cuerpo técnico, me pasaron a otra función.